Cunas convertibles: la nueva moda
Hace mucho tiempo que lo adelantábamos y por fin podemos decir que ya es una realidad: las cunas convertibles son la nueva moda. Eso sí, esperamos que, a diferencia de lo que suele ocurrir en estos casos, no estemos ante una tendencia de un par de temporadas y desaparezca. Debido a sus múltiples ventajas, esperemos que sigan siendo la opción de padres y madres por mucho tiempo.
Tipos de cunas hay varios. Sin embargo, todos vamos a anteponer el bienestar de nuestros pequeños a todo lo demás. Y ese bienestar viene dado, entre otros muchos factores, por lo capaz que sea su entorno de ser útil para ellos, algo que una cuna convertible hace muy bien.
La situación de la cuna convertible
Hace años, cuando este producto acababa de llegar al mercado es normal que hubiese padres que dudaban porque no querían sacrificar en estética pues, como todo, los primeros modelos de cunas convertibles no eran especialmente bellos. Sin embargo, habiendo las bellezas que hay a día de hoy, este deja de ser un motivo (si es que algún día lo fue verdaderamente).
Así, nos encontramos en un momento en que la sociedad ya conoce a la perfección qué es una cuna convertible y qué puede ofrecer, que es mucho. Y era de esperar que, una vez el producto se diese a conocer, se convirtiese rápidamente en un boom.
¿Qué ofrecen las cunas convertibles?
Si eres uno de esos despistados que aún no sabe lo que es este producto o no entiende cómo funciona o sus posibilidades, deja que te lo mostremos.
La cuna convertible es un mueble (o conjunto, mejor dicho) que se puede transformar, a conveniencia, en otro mueble diferente. Aunque las hay muy diferentes, por lo general, incluyen la cuna con su colchoncito, alguna estructura recta y lisa, cajones, estructuras paramontar cajoneras y cambiador, la base de la cuna, que después se puede convertir, por ejemplo, en escritorio, algunas lejas…
El conjunto, dispuesto de una manera, es una cuna y, según el modelo, pues incluye cambiador con cajoncitos o una cómoda. O una cuna con cajones en su misma estructura, ya sea a un lado o debajo. Otras llevan ruedas…
Conforme el niño se hace mayor, trasformas el cambiador en en estantes, los cajones los cambias de disposición y forman la estructura de la cama, la cuna, como decimos, pasa a ser un escritorio distinto… En definitiva, que el mueble se convierte, tal y como indica el nombre, adaptándose a la edad y las necesidades del niño.
Ello se traduce en una serie de beneficios. Desde el más evidente, que es el ahorro económico que supone el no tener que estar comprando dos o incluso tres composiciones de habitación hasta otros relacionados con el desarrollo del pequeño, cuya personalidad se formará más adecuadamente considerando su habitación como suya, propia, y no como algo que, cuando a los padres “les venga en gana” desaparecerá.
Sabido esto, es normal que las cunas convertibles sean la nueva moda; ¡lo que nos extraña es que no haya ocurrido antes!