
Suelos de baldosas
A la hora de revestir el suelo de nuestra casa o piso tenemos varias alternativas.
Una de ellas -y se podría decir que es la más habitual- es el pavimento en sus distintas medidas, formas y colores.
Como ventajas podemos destacar que al estar formados por materiales duros, son muy resistentes a los golpes y al desgaste, y por lo tanto son muy duraderos. Soportan muy bien la humedad y los productos de limpieza, por lo que su mantenimiento resulta sencillo. En general son homogéneos y poseen baja porosidad, aunque algunos tipos pueden adquirir porosidad con el tiempo y requerir tratamientos especiales de pulido. Existe una amplia gama de precios, desde económicos como el terrazo, hasta más caros como el mármol.
Si tenemos que indicar algún inconveniente en éste tipo de suelos podríamos decir que son fríos y duros a la pisada. Algunos de ellos necesitan de más cuidados, como el cemento pulido o bruñido y el mármol, que precisan ser pulidos cada cierto tiempo.
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